Cuatro
días que pasamos en Palacios de la Sierra amenizando las tardes. La verdad es que es algo
estraño, porque
tocábamos un par de horas y cuando empezaba ya todo el mundo a calentarse y a disfrutar resulta que ya se
había acabado la
actuación. Toda la juventud del pueblo con nosotros y claro de repente les dejabas
allí tirados y te
sentías hasta mal. Pero que se le va hacer. Que lo piense mejor el que lo tenga que pensar para el año que viene.
Cabe decir que sobre todo el lunes no fue motivo el poco tiempo que
allí estuvimos para que alguno se lo pasase de
maravilla. Y si no que se lo digan a

nuestro jefe de trombones, el señor Reverendo, que se lo paso de rechupete.
Palacios ha sido el pueblo en el que nos hemos dado cuenta de que el
maletín de Pedro y su
Helicón es en verdad demasiado grande, ya que ha habido un
día que por no poder llevarle en los coches ya que no
cabía, el pobre amigo tuvo que trasladarse desde Salas hasta Palacios en el
autobús con helicón y todo. Menos mal que ya tenemos la funda nueva de tela que nos dejara mas sitio para el resto en los coches.
Hemos conocido a
Tenazitas que es un jeta que se

gana de vida vestido de payaso vendiendo globos a los niños, o mejor dicho, el pone el globo al niño y luego le cobra al padre. Delito tiene que algunos de los
chones caímos en la trampa del
Tenazitas de los hue,.,,....,...,,
Que buen invento para la charanga es la
monovolumen del
Moncho, y es que cabe todo, bueno todo no, que si metemos la funda del
helicón nos tenemos que bajar la mitad.
De verdad que buen pueblo este de Palacios de la Sierra. De hecho hemos
acabado tan contentos que el
sábado volvemos para tocar a una boda por al mañana. Y es que no se que tienen los
Chones, pero en la Sierra se les quiere por
demás.