Aunque lo que teniamos que tocar eran las dianas, nos fuimos todos los Chones que puedieron para alla la noche anterior para cenar y pasar la noche alla. Tocamos unas cancioncillas antes de la cena y al papeo. Nos trataron como marqueses, nos pusieron dos cocineros que nos cocinaron toda la parrillada y aparte nos trajeron unos cangrejos de rio que estaban para chuparse los dedos.
La noche fue como todas las noches que nos juntamos mas de quince chones, oscuras. La verbena estaba bien, pero la sidra mucho mejor. En total nos bebimos cuarenta y cinco botellas de sidra.Y luego las dianas, impresionantes. Casi tantos musicos como gente por el pueblo. Nos dieron alimentacion en casi cada casa, y donde no daban alimentos daban bebida asi que imaginaros el tema.
Da gusto tomarse los pueblos de esta manera.
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