He de confesar que fui un poco engañado a este pueblo. ¿Te vienes? ¡Es la fiesta de San Miguel! De primeras me pareció buena idea participar un martes por la tarde en la fiesta de la cerveza. (Si hubiese sido Cruzcampo hubiera dicho que NO).
Al decirme que era en Villacienzo me acordé de mi buen amigo Iván Mariscal, su hermano Dani, su primo Álvaro y algún que otro parroquiano más, oriundos todos de este paraje.
Una vez aclarado el entuerto y confirmada ya mi presencia, me planté a la entrada del pueblo donde me esperaba Samuel. ¡Me he dejado el Megáfono en el otro coche! dije yo. Así que vuelta de nuevo a Burgos a por el aparato.
Mientras tanto; Samuel (saxo alto), Eduardo (trompeta), Jorge (trompeta), Javi (caja) y Esther (bombo), fueron tomando contacto con los lugareños marcándose algún que otro tema.
Al cabo de un buen rato llegué de nuevo, esta vez con el megáfono y el trombón (por supuesto). Iniciamos un pasacalles por todas las CHOZAS del pueblo. Digo CHOZAS porque hay que ver que caserones tan guapos que tiene esta gente. Toca que te toca, comiendo galletas y bebiendo de todo. He de decir que en este pueblo no solo se mojan por dentro, también por fuera; y es que en algún que otro jardín nos duchaban con las mangueras.
Ya de vuelta al bar del pueblo, Er Samu, preparó el espectáculo cantando, bailando y haciendo sudar a todo el pueblo. Poco a poco se fueron descolgando los más mayorcetes y algún que otro mozo.
¿Queréis más? Gritaba Samuel entre un gentío efervescente cual aspirina en un vaso de tónica. Así que todos a la carpa. Subidos a un escenario y con el público entregado, continuamos con los bailes, saltos, etc.
Al final, como viene siendo habitual; aplausos, abrazos y una invitación del pueblo para asistir a la cena de hermandad que celebraban al día siguiente.
AGRADECIMIENTOS:
- Javi: Caja de Los Sobrinos del Cid. Excepcional caja y mejor persona.
- Esther. Bombo ocasional que se está haciendo un hueco en el camino hacia la titularidad.
