VIERNES:

Hemos vuelto a casa por un fin de semana. Que buen pueblo, y aunque no sean fiestas y la gente ya no salga ni la mitad que antes de fiesta,....que buen pueblo.
Quinto, quintos, quintos, de los de verdad. De los de ya somos mayores y somos los mas animales y los que mejor nos lo pasamos de toda la comarca.
La charanga estudiada para dar caña y luego darlo todo por la noche.
Percusionistas- El señor de las gafas y el popero.
Saxofonistas- El Bodegas y el Dr. Masu
Trompetistas- El Ceri y El Tipico de Salas(Eduardo)

Recorrimos todos los bares de Salas, menos el Ferrari, (Si Franco levantara cabeza). Asi que el quinito por la noche lo tuvimos que jugar alli. Entramos en unas casas, y cuando digo entramos me refiero a todos y cada uno de los que estabamos. Unas treinta personas metidas en un cocina de nueve metros cuadrados, comiendo como alimañas. Alli senti lo que deben sentir los Chones de verdad en las pocilgas con ansias de comer.
Envangelina nos llevo de la mano por todos los lados y es que menuda cabecilla tienen estos quintos. Tiene guerra para dar y tomar. Un beso a esa hermosa mujer que aguanto el tiron hasta las ocho de la mañana.
La noche fue oscura, eso si raro fue cuando nada mas empezar el Bodegas pidiio las llaves del coche para irse a dormir. La verdad es

que desde que tuvo aquel altercado con la napolitana de helecho su vida a cambiado. Lo peor es que un par de horas mas tarde el otro junior, Jorge, se nos marcho a dormir tambien que decia que tenia que trabajar al dia siguiente. Llama trabajar a dar clases de violin a un chavalin. Menos mal que las viejas glorias dejamos el liston muy alto y quemamos Salas sin ningun problema.
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